7360 x 4912 px | 62,3 x 41,6 cm | 24,5 x 16,4 inches | 300dpi
Date de la prise de vue:
3 novembre 2024
Informations supplémentaires:
Retrato de una madre vestida occidental con su hija peinada con trenzas en el campamento Batawana. En las inmediaciones del campamento Eagle Island Camp de Orient Express, en las afueras de la Reserva de Animales de Moremi, en Botswana hay un campamento donde residen un centenar de indígenas de la tribu Batawana. Es posible realizar excursiones en canoa para visitar su poblado. Entre 1978 y 1988, Botswana se transformó en el tercer mayor productor de diamantes del mundo, después de Australia y la actual República Democrática del Congo (entonces, Zaire), y la economía del país creció a un ritmo récord de 12% al año. De todos modos, tres quintas partes de la población vivía de cultivos de subsistencia o actividades «no institucionalizadas», es decir, fuera de las estadísticas, del control fiscal y del mercado comercial. En 1985, hubo repetidas escaramuzas en la frontera con Sudáfrica por el apoyo que el gobierno de Botswana prestó a la lucha del Congreso Nacional Africano (ANC) contra el apartheid. En 1987 Sudáfrica presionó bloqueando las rutas que la unen con Gaborone, la capital de Botswana. Masire fue reelecto en 1989, y el gobierno enfrentó sucesivos problemas económicos y políticos, más que nada, por la merma en la demanda internacional de diamantes. La corrupción gubernamental se hizo evidente y renunciaron varios ministros de Estado. En 1991, tres de los siete partidos opositores crearon el Frente Progresista del Pueblo (FPP) para oponerse al BDP; ese año, el país sufrió las huelgas más importantes desde su independencia. Los trabajadores públicos reclamaron un aumento del 154% y fueron despedidos 18 mil funcionarios estatales. En 1992, el desempleo llegó al 25%. Tratando de aumentar la ocupación y para elevar el alicaído prestigio del BDP, el gobierno incentivó la instalación de industrias ajenas a la minería. Una fuerte sequía obligó a las autoridades a decretar el estado de emergencia; se redujeron drásticamente los gastos públicos y cesó más de un tercio